Se llama encuadernación a la acción de coser, pegar, grapar o fijar pliegos o cuadernos generalmente de papel y ponerles cubiertas.
La encuadernación en espiral es un método económico de encuadernado que consiste en colocar las hojas formando bloques, hacer una fila de agujeros en el lado del lomo y pasar una espiral de alambre o de plástico por estos orificios. Este tipo de encuadernación es el más barato del mercado. Se usa mucho en cuadernos y manuales de uso interno y es muy práctico porque se pueden incorporar más hojas al encuadernado sin tener que realizar otro encuadernado pues se aprovecha el mismo espiral o plástico.
Tiene el mismo sistema de agujereado que la encuadernación de gusanillo, pero, en esta ocasión, utilizamos una espiral de plástico. Esta encuadernación puede resultar más agradable a la vista pero tiene dos inconvenientes: la duración es menor a causa del deterioro del plástico, y no permite la apertura total como sí sucede con el gusanillo metálico.
Este sistema de encuadernación consiste en unir un bloque de hojas por medio de una cinta que lleva una cola muy resistente. Esta cinta se adhiere a las hojas mediante calor aplicado por medio de una máquina especial. Es un sistema homologado, muy rápido y eficaz.
Antiguamente se utilizaba para los libros de registro que se presentaban anualmente en las empresas, porque no se permite reemplazar las hojas. Hoy en día se utiliza el termosellado en otro tipo de proyectos, ya que su presentación es muy elegante.
Este tipo de encuadernación se utiliza para los proyectos de obras, por su grosor y volumen. Se utilizan tapas duras como portadas, con una imagen adhesivada a una de ellas. Se hacen en formato A4 y A3. Son muy prácticos porque, gracias a su sistema de tornillos, se pueden añadir o quitar hojas después de haberse encuadernado. En CRI Mestalla llevamos muchos años encuadernando este tipo de proyectos. La presentación queda muy elegante porque se hace a medida y de forma artesanal.